domingo, 23 de febrero de 2014

¿cómo  encontrar un maestro espiritual?

Autor: Swami B.A. Paramadvaiti


Querido amigo, un maestro espiritual es la persona que nos enseña la verdad. En oriente, en la tradición y cultura de la antigua India tener un maestro espiritual era tan importante, tan básico, que todas las personas cuando llegaban aproximadamente a los 12 años de edad buscaban su maestro espiritual y recibían los mantras (oraciones e invocaciones) sagrados de iniciación. El maestro espiritual, enseñando la cultura védica, impartía instrucciones, sobre cómo alcanzar la autorrealización y cómo practicar la sagrada ciencia del yoga. 

El maestro espiritual es una gran necesidad para todos nosotros. En la sociedad moderna tenemos maestros para todo; para computadores, para mercadeo, para mecánica; pero no tenemos maestros que enseñen la ciencia del alma y de cómo despertar el amor eterno en nuestro corazón. Para encontrar un maestro espiritual genuino el principal requisito es desear encontrarlo, eso significa que se debe tener la disposición para eliminar los errores cometidos en la vida y aceptar las virtudes que lo lleven a uno a la perfección espiritual. 

El proceso para encontrar un maestro espiritual es explicado en las escrituras védicas así: Comenzamos con una oración pidiendo que el Señor Supremo nos guíe hacia el maestro que nos va a enseñar cómo llegar a Él. De esta manera, el maestro espiritual original que está en nuestro corazón, Paramatma, la Superalma, la voz interna o el ángel de la guarda, el que sabe todo y conoce a todos y siempre está a nuestro favor, nos instruye en nuestro camino hacia la Luz. Cuando nosotros deseamos tener un maestro espiritual pedimos  auxilio a Paramatma (el Señor Supremo en el corazón) para que nos dé la inteligencia y nos muestre cómo es el camino hacia Él. La primera oración que deberíamos hacer es como la extraída del Ramayana, un clásico de la literatura de la India y dice así: 

“¡Oh mi señor!, no sé quién eres, ni dónde estás, pero Tú siendo omnipotente, omnisciente, por favor escucha mi plegaria; yo hoy te pido que Te encargues de mi vida, me entrego a Ti; pero tengo un gran problema, no sé lo que Tú quieres de mí, por ello de ahora en adelante mi vida será Tuya, yo voy a eliminar todo lo que pueda entender que a Ti no te gusta y voy a tratar de usar y practicar en mí vida todo aquello que mí corazón me dice que a Ti te gusta”.

Cuando un devoto, un yogui, un alma espiritual sincera ora de esta manera; el Señor de ahí en adelante se encarga de su camino.
El maestro espiritual se llama Guru; Gu es oscuridad, y ru significa quien nos saca de ella. Él nos dice la verdad aunque nos duela y nos ocupa en actividades para una causa común, en el servicio amoroso a Dios; también nos muestra el sendero del yoga, nos enseña las técnicas de meditación y nos permite entrar en su familia espiritual. Podemos encontrar un maestro espiritual solamente por la infinita misericordia del Señor que lo sabe todo. Los maestros espirituales vienen de una tradición o cadena de maestros en sucesión discipular; ellos practican la vida espiritual, la humildad, la sencillez y siempre están dispuestos a ayudar a sus discípulos. Cuando el devoto encuentra a su maestro espiritual, le ora de la siguiente manera: 

om ajñana timirandasya 
jñanam jñana salakaya
chaksur unmilitan yena 
tasmai sri gurave namah.

“Ofrezco mis respetuosas reverencias a mi maestro espiritual, quien abrió mis ojos con la antorcha del conocimiento cuando yo me encontraba en la más oscura ignorancia.”

Para acelerar el proceso de encontrar al  maestro espiritual genuino debemos volvernos vegetarianos, dejar de intoxicar el cuerpo, ser castos (lo que significa no tener relaciones sexuales extramatrimoniales o ser fiel a la esposa, en caso de ser casado), y eliminar todos los juegos inútiles como los juegos de azar; además tratar de dedicarnos durante el día a cantar el Maha mantra, el mantra (oración de invocación) más apropiado para esta era: Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare, Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare; a leer el Bhagavad Gita tal como es, y a reunirnos con personas que tienen un maestro espiritual o que también lo están buscando.

Nuestra comida debemos ofrecerla a Dios. Eso lo podemos hacer con el mismo canto del Maha mantra; en esta forma le podemos pedir a Él que nos ayude con los pormenores de un sendero espiritual para que todo lo que venga a nosotros nos permita avanzar espiritualmente. 

Quien busca a un maestro espiritual con sinceridad, lo va a encontrar de una u otra manera; él se manifestará en un sueño, en un encuentro personal, en un libro o en la forma que Dios escoja enviando a su representante de confianza para guiarnos. Los maestros espirituales establecen una causa común, un lugar donde hay muchas personas trabajando por una misma causa, en armonía, sin egoísmo y sin competencia; ofreciéndole a cada uno de sus miembros un refugio, un lugar donde se entusiasme, el cual es un oasis en medio del desierto de la existencia mundana material. La vida sin un maestro espiritual es como una hermosa casa, pero sin techo, pues la vida humana es una gran oportunidad para evolucionar, pero sin la guía apropiada es un desperdicio. Espero que usted tenga éxito en su búsqueda, en su encuentro con su maestro espiritual y que sea alguien serio para que pueda aprovechar este regalo que recibirá por la misericordia de Dios.

"Podemos encontrar a un Maestro Espiritual solamente por la infinita misericordia del Señor que todo lo sabe.”